El pasado 22 de junio de 2023 se celebraba el Día Nacional de la Procura con la participación de personalidades del colectivo como el presidente del Consejo General de Procuradores de España, Juan Carlos Estévez o el secretario de Estado de Justicia Tonxu Rodríguez.
En esta fecha tan importante, el conjunto de procuradores de los tribunales, junto con otros agentes colaboradores del sistema judicial, hemos abogado por más responsabilidades en el proceso, así como por más autonomía, concretamente, en los procedimientos de ejecución de sentencias.
La figura del procurador es, sin duda, una pieza clave en el mecanismo de este sistema de justicia español que, a día de hoy, todavía se encuentra a la cola de nuestros compañeros europeos.
Juan Carlos Estévez ha diferenciado entre la macro y la microjusticia. Esta última es la que se preocupa más del ciudadano y en la que se puede llegar a consensos en más ocasiones. «Los procuradores nos desenvolvemos fundamentalmente en el pleito y para el ciudadano es importante su reclamación», ha subrayado el presidente. «Sea como sea, la justicia necesita un pacto de Estado que todos los profesionales del derecho venimos reclamando y que también es un clamor de la ciudadanía», ha afirmado. El objetivo, ha destacado, es pasar de una justicia del siglo XIX a una del siglo XXI.
En este acto, se ha presentado el informe que la consultoría PwC Tax & Legal ha elaborado y que se titula El Procurador ante los retos del sistema judicial español. Mediante dicho estudio se pretende cuantificar la importancia y el impacto real que el colectivo de los procuradores de los tribunales tiene sobre el sistema judicial y como las tareas que impulsamos son pieza clave y fundamental para el desarrollo óptimo del funcionamiento, en general, de los juzgados y de cada procedimiento, en particular. Los procuradores hemos reivindicado la importancia de nuestra participación y el consecuente aumento de la tasa de éxito en el sistema judicial. Dicha participación se cuantifica en la agilización y eficiencia de la justicia, recordando que el impacto total en el empleo generado por los procuradores es equivalente al 0,29% de los ocupados de España en 2021.
Los procuradores también contribuimos a una administración de justicia más cercana al ciudadano ya que somos el enlace directo entre ambas partes y a la mejora constante del sistema de justicia, todo ello con una aportación socioeconómica tangible. El procurador es un agente impulsor de la transformación digital de la justicia y un cooperador necesario en el sistema judicial ya que henos tenido siempre un papel clave en el avance y modernización de la justicia y la reducción de la brecha digital. En su informe, PwC subraya que “el Procurador es el nexo que une a las partes con sus abogados y con los órganos judiciales. Su papel, como representante procesal de los ciudadanos ante juzgados y tribunales, es una pieza esencial para garantizar el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, llevando a cabo el seguimiento de las actuaciones judiciales, manteniendo informados a su cliente y a su abogado, y realizando en su nombre los trámites necesarios para asegurar la defensa de sus derechos”.
Se comprueba a través de este estudio de PwC como en los asuntos donde interviene de manera obligatoria la figura del procurador, estos procedimientos presentan una tasa de congestión un 18% inferior a la tasa de los asuntos de mediación intrajudicial en el periodo anual de 2021. Por lo tanto, es la figura del procurador la llave que agiliza una justicia totalmente colapsada y, más aún si cabe, acrecentada esta en este año por dos huelgas consecutivas.
Igualmente, en términos de economía y empleo el informe señala que, por cada euro generado por la actividad de los procuradores, se generan 15 euros de PIB en el país, de forma directa e indirecta, así como seis empleos por cada procurador que se encuentra en el ejercicio de su profesión. Por lo tanto, la actividad de la procura en España supone una contribución al PIB total de 1.375 millones de euros, y genera 58 mil puestos de trabajo directo, lo que refleja sin duda la vigencia de esta profesión en el ordenamiento jurídico de España y su contribución al crecimiento económico del mismo.
Así, el objetivo principal de la actividad del procurador no es otro que garantizar la correcta tramitación de los procesos, ejecución de sentencias y demás resoluciones judiciales, con toda seguridad jurídica y de forma eficiente, reduciendo los tiempos muertos y evitando ralentizaciones, lo que se traduce en procedimientos más cortos en el tiempo y más garantistas. Trabajamos por y para proteger, gestionar y garantizar los derechos e intereses de los justiciables, mejorando la gestión de todos esos trámites y nutriendo las herramientas de gestión de la Administración de Justicia con menos tareas manuales, más rápidas y eficientes.
Según afirma PwC y así la opinión de esta procuradora que suscribe, “la importancia del Procurador en el conjunto del sistema judicial se explica por su relevante contribución a mejorar la calidad y eficiencia del sistema judicial y destaca también por adaptarse a las necesidades de cada momento, siendo innovadores, proponiendo soluciones y ofreciendo sus servicios en aquellos procesos donde el sistema judicial tenga una dificultad, necesidad o capacidad de mejora”.
De esta forma, la figura del procurador continúa teniendo un papel relevante en el sistema judicial del futuro, jugando un papel clave en la evolución del sistema judicial para alcanzar los objetivos del plan “Justicia 2030”.